sábado, 26 de julio de 2014

MI VISIÓN DEL MUNDO, UNA PRISIÓN CONCEPTUAL




Al enfrentar situaciones de mi vida cotidiana actúo conforme a muchas creencias que he adquirido en mi crecimiento y socialización dentro de mi medio ambiente y entorno social. Como primer ejemplo las virtudes alimenticias, creo que unas hierbas son venenosas y sé que otras no.

Creo que las complejas acciones que realizan los seres humanos recaen en lo bueno y lo malo; en lo correcto e incorrecto.

Pero ¿porqué debo yo morir? dejando atrás una confusión conceptual; ¿porqué debo yo morir  en la búsqueda de un ideal? por el bien de mi comunidad o el de la humanidad o el de mi familia y amigos.

El sentido que le doy a mi vida está condicionado por mis creencias, valores y normas, desde mi perspectiva personal. Inmerso en mi visión del mundo, en la cual transcurre mi vida y mis relaciones con el mundo: lo bueno, lo malo; lo correcto e incorrecto; lo justo e injusto; lo que se considera verdadero o falso. Todo esto en relación con mi marco conceptual en cuya prisión he nacido dentro de la caverna platónica.

Sin embargo, finalmente, no estoy totalmente a merced de mi visión del mundo, porque ésta cambia a lo largo de mi historia, lo mismo que mis creencias acerca del mundo. Por lo cual, una de las tareas fundamentales de la filosofía es la de llamar la atención sobre mi prisión que constituye mi marco conceptual, además de la forma en que está constituido y cómo puede cambiar. Aunque no me sea posible escapar de esta prisión, pero si puedo transformarla y aún cambiarla y para ello necesito una reflexión responsable y un conocimiento profundo de mi marco conceptual para saber cuáles son mis valores morales, estéticos, cognoscitivos, metodológicos; mis normas y creencias que conforman mi marco y así emprender una crítica y una transformación necesaria y justificada.

Aunque la tarea de la filosofía sea la de comprender y criticar mi visión del mundo, de la naturaleza, la sociedad y de mí mismo; También es comprender otras visiones y otras formas de ver la vida para transforma la mía de una forma diametralmente dialéctica...

  

2 comentarios:

  1. Gracias por tus comentarios. Creo que si no desafiamos nuestro 'mundo' tal mundo se achica en vez de agrandarse y se hace más susceptible al error. No nos podemos mantener en la inactividad y no perder lo que se ha aprendido.

    Yo por ejemplo vengo de este punto de vista sobre lo que me rodea. Existe el universo donde hay leyes fijas que puedo describir. Tales leyes no se basan en mis creencias o deseos sino que existen, están presente, son inmutables y estoy sujetos a tales leyes si soy consciente de ellas o no.

    Al grado que actúo conforme con tales leyes, cuanto más el universo me guía a descubrir más. Recibo la bendición sobre la que está predicado. Se puede experimentar sobre estas cosas. Existen frutos y evidencias de estas cosas.

    Y si niego actuar conforme con tales leyes, padeceré en proporción a mi ignorancia con respecto a las leyes y me veré obligado a padecer el castigo por quebrantar la ley si no cambio mi trayecto. Gracias a Cristo puedo cambiar y escoger de nuevo el trayecto a la libertad. Pero depende de mi para llegar a vivir conforme con las leyes, él no reparte mágico. Es un labor.

    El error hace que nuestros pensamientos, sentimientos y acciones no concuerden. Cuando pasa eso, existe desarmonía dentro de nosotros. Donde existe la desarmonía, acción correcta conforme a las leyes que he mencionado no es posible. Porque donde existe en la mente desarmonía existe espacio para el temor y duda. Así que debemos de ser como niños quienes saben que no saben. Ellos son criaturas curiosas que hacen preguntas y desean describir. Tenemos que estar dispuestos a decir, me equivoqué.

    Podemos aprender y moldear nuestra visión al interactuar con los demás. La verdad es absoluta, pero creo que vidas necesitan ser vividas en contexto.

    No se si me explico bien, pero bueno.

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    1. Saludos. No había visto tu comentario, pero me pareció interesante lo que explicas. Comprendo que hay leyes y cosas que existen independiente mente de mi conciencia, por eso ya no creemos tanto en la expresión de Berkeley: "Ser es ser percibido". Me refiero a que las condiciones de la vida, en cierto modo, nos aprisionan. Es como veo la vida desde cierta perspectiva y reflexión superficial, no he profundizado mucho en esto, pero todos los comentarios enriquecen y aclaran algunas dudas. Lo que sé es que el mundo me angustia en cierto modo, por esa razón busco la ataraxia cristiana.

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